¿A QUIENES BENDICE DIOS REALMENTE?

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¿A QUIENES BENDICE DIOS REALMENTE?



en la biblia encontramos un listado de bendiciones que Dios ha prometido dar a los hombres, y aunque en algunos lugares se dice que Dios bendice a todas las personas la biblia nos da una perspectiva más clara sobre a quienes bendice Dios realmente. 
Es verdad que en un principio la bendición de Dios fue general para toda la raza humana (Génesis 1: 27-28) sin embargo, al entrar el pecado en el mundo la tierra fue maldecida y las bendiciones de Dios quedaron reservadas solo para aquellas personas que cumplen unos requisitos específicos. 

Miremos a quien bendice Dios según su palabra.

Dios bendice a: 

1. Aquellos que tienen sus pecados perdonados 

"Un poema de David. Qué afortunados son aquellos rebeldes a quienes Dios les perdona sus pecados." (Salmos 32:1)

2. Aquellos que buscan la protección de Dios

"Demuestren que son leales a su hijo para que no tenga motivos de enojo. Si no lo hacen, estarán perdidos. Cambien pronto de actitud y evitarán así su cólera. Afortunados todos los que buscan protección de Dios." (Salmos 2:12)

3. Aquellos que se guardan del pecado.

"Afortunado el que no sigue el consejo de los perversos, ni el ejemplo de los pecadores, ni se une con los que andan burlándose de todo." (Salmos 1:1)

4. Aquellos que confían en Dios. 

"Afortunado el que confía en el SEÑOR y no busca ayuda en dioses falsos." (Salmos 40:4)

5. A quienes ayudan a los necesitados. 

"Afortunados los que ayudan al pobre a salir adelante porque cuando estén en peligro, el SEÑOR los salvará." (Salmos 41:1)

6. Los elegidos por Dios

"Afortunado los que tú elegiste para acercarse a ti y vivir a tu lado. En tu templo santo tenemos todo el bien que necesitamos." (Salmos 65:4)

7. Los que viven en su templo adorandole 

"Qué afortunado es el que vive en tu templo porque siempre te está adorando. Selah" (Salmos 84:4)

8. Aquellos a quienes Dios corrije 

"Afortunado el que tú corriges, SEÑOR; aquel a quien le enseñas la manera correcta de vivir," (Salmos 94:12)

9. Quienes temen al señor.

"¡Aleluya! Qué afortunado es el que teme al SEÑOR y le gusta mucho hacer lo que él manda." (Salmos 112:1)

10. Los que obedecen las enseñanzas y mandamientos de Dios. 

"Afortunados los que llevan una vida pura y siguen las enseñanzas del SEÑOR. Afortunados los que obedecen sus mandamientos y lo buscan de todo corazón." (Salmos 119:1-2)

11. Los que encuentran la sabiduría del señor. 

"Afortunado el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia;" (Proverbios 3:13)

12. Aquellos que esperan en el señor.

"Por lo tanto, el SEÑOR espera para apiadarse de ustedes. Se levanta para mostrarles compasión. Porque el SEÑOR es un Dios justo, afortunados todos los que esperan en él." (Isaías 30:18)

13. Los que siguen el camino y enseñanzas de Jesús

"«Afortunados los que reconocen su necesidad espiritual, porque el reino de Dios les pertenece. Afortunados los que están tristes, porque Dios los consolará. Afortunados los que son humildes, porque la tierra que Dios prometió será de ellos. Afortunados los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán completamente satisfechos por Dios. Afortunados los que tienen compasión de otros, porque Dios también tendrá compasión de ellos. Afortunados los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios. Afortunados los que se esfuerzan por conseguir la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios." (Mateo 5:3-9)

14. Los que soportan la tentación 

"Afortunado el que mantiene la fe cuando es tentado, porque recibirá el premio de la vida eterna que Dios ha prometido a los que lo aman." (Santiago 1:12)

15. Los que mueren en Cristo 

"Entonces oí una voz del cielo que decía: «Escribe esto: “Afortunados los que a partir de este momento mueran unidos al Señor”». El Espíritu dice: «Sí, eso es cierto, ahora ellos descansarán de su trabajo, pues sus obras los acompañarán»." (Apocalipsis 14:13)

Cómo podemos ver, las bendiciones de Dios no son para  cualquiera, le invito a ser parte de aquellos que cumplen los 15 requisitos anteriores para poder ser bendecido por Dios. 

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